Si las condiciones son las adecuadas, este estado de cargas desequilibradas puede ocurrir en el transcurso de nuestras actividades cotidianas y se conoce como electricidad estática. Por ejemplo, es posible que hayas experimentado una pequeña descarga de electricidad al tocar metales después de caminar por una alfombra o de quitarte un suéter de lana en un día frío y seco. Los rayos son, simplemente, una forma de electricidad estática mucho más grande y poderosa.
Cada átomo incluye partículas denominadas protones, que transportan carga positiva, y partículas más pequeñas y móviles denominadas electrones, que transportan carga negativa. En un átomo neutro, ambas partículas existen en cantidades iguales. Sus fuerzas se cancelan entre sí. Sus fuerzas están en equilibrio.