En la ciudad de Asunción, el pasado 4 de abril, se produjo un misterioso fenómeno meteorológico: el cielo se oscureció por completo en plena tarde, mientras una intensa lluvia de color negro se precipitaba a raudales.
El insólito evento sembró el pánico entre los habitantes de la capital paraguaya, que al principio temieron lo peor: algunos llegaron a imaginarse un holocausto nuclear y hasta una invasión extraterrestre. Sin embargo, no se trató más que de un suceso muy poco frecuente, y sin lugar a dudas, muy llamativo.
En casi todo Paraguay se pudo observar, alrededor de las tres de la tarde del 4 de abril, una gigantesca nube oscura precedida de un viento muy intenso, de más de 90 kilómetros por hora, y un fuerte olor a cenizas y hollín. Los testimonios en video que aquí les presentamos son más que evidentes: en cuestión de minutos, la nube cubrió el cielo de Asunción obstruyendo la luz solar y sumiendo a la ciudad en una densa penumbra. Poco después, se desató una abundante lluvia que dejaba en el suelo unos espesos charcos de color negro, que inquietaron a los paraguayos por lo sorpresivo de la tormenta y sus consecuencias.
Una vez finalizado este raro evento, la población recuperó la calma y se empezaron a buscar las explicaciones correspondientes. Es sabido que en ciertas ocasiones las nubes de tormenta acumulan una gran cantidad de partículas de minerales o microorganismos biológicos que luego precipitan junto con la lluvia. De hecho, en una ocasión anterior mencionamos aquí un fenómeno similar, la «lluvia de sangre» que tuvo lugar en Bogotá, Colombia, a fines de julio de 2008.
Una vez descartadas las especulaciones catastróficas y las teorías conspirativas que suelen aparecer con frecuencia junto con esta clase de sucesos, se puso en marcha una investigación tendiente a determinar las causas del fenómeno. El Instituto Nacional de Tecnología y Normalización (INTN) obtuvo muestras del agua de color negro para su análisis. En primer lugar, se desestimó la posibilidad de que las partículas de la lluvia negra estuviesen formadas por cenizas volcánicas provenientes de algunas de las erupciones de los volcanes chilenos.
Richard Segovia, especialista del INTN, informó que el agua analizada tenía un PH neutro, y que además de abundantes elementos orgánicos, se encontraron pequeños rastros de sodio, azufre y potasio. Sin embargo, la institución no está en condiciones de realizar un análisis químico más profundo, ya que el organismo carece del presupuesto necesario para ello, según mencionó Segovia al diario ABC de Paraguay.
Lo que sí se pudo determinar con certeza es que la partículas que le dieron ese particular color negro a las lluvias del 4 de abril, provenían de la quema de pastizales en el sur de Brasil, el norte argentino y el propio Paraguay. Eso explica además el característico olor a quemado que se hizo sentir con fuerza antes, durante y después de la rara precipitación.
Creo haber dejado una nota referente a la famosa Lluvia Negra
Alguien pidio, que lloviera, a un grupo de Hacedores de Lluvia, ellos se encuentran en diferentes partes del planeta, hacen, estimulan, suspenden, todos esos fenomenos naturales.
En Uruguay hay un especialista, En Paraguay hay varios, y asi en varios paises de Las America.
creo que deben ser esos yankis que andan sueltos por ahí haciendo extraños experimentos